Balance lector 2023 de Mariki García

Un año más, en estas fechas, toca volver la vista atrás y hacer un balance de lo que han sido mis lecturas durante estos doce meses. He terminado 81 libros, al límite de mi reto lector, que son 80. Y aunque se queda lejos del número de libros que leí en 2022, debo decir que la calidad ha sido excelente y he disfrutado de cada uno de ellos, por lo que no será fácil escoger mis mejores lecturas.

Al igual que mi anterior balance, voy a clasificarlos por géneros, aunque curiosamente en esta ocasión tres han sido los que han predominado mis lecturas, a diferencia de 2022.

FANTASÍA

Una de mis asignaturas pendientes era la de volver al género que más feliz me hace, ya que lo tenía algo abandonado. Y el reencuentro no ha podido ser mejor. He devorado la saga de «Trono de cristal», de Sarah J. Maas, nada más y nada menos que 7 volúmenes, quedándome solo el último por leer. Me pasé al lado oscuro con El imperio del vampiro, de Jay Kristoff (dos palabras: BRU-TAL). Me adentré en unos viajes alquímicos con el dúo de Mediojuego, de Seanan McGuire, (la sorpresa del año). Me reí y me calenté el corazoncito con La sociedad secreta de brujas rebeldes, de Sangu Mandanna, un abrazo al alma. Y cómo no, me rendí al éxito mundial de Alas de sangre, de Rebecca Yarros, convirtiéndose en la mejor lectura del año, devolviéndome unos sentimientos que tenía adormecidos.

ROMÁNTICA

Otros de mis géneros predominantes. Conocí la pluma de Ali Hazelwood y me rendí a sus pies, nueva autora indispensable en mis estanterías: La hipótesis del amor, La química del amor, La teoría del amor y Jaque mate, sí, los he leído todos. Me despedí de mis chicos de «Crónicas de aquello», de Marisa Sefra, con dos libros, El drama que no vi venir y La crisis de nuestra puta vida, los voy a echar mucho de menos. Se me encogió el alma con Todas las veces que se te acelera el corazón, de Carmen Arteaga, finalista del premio Amazon. Fui testigo de la turbulenta relación de Rojo, blanco y sangre azul, de Casey McQuinston, un drama internacional. Y no podía faltar una de mis autoras románticas de cabecera, Brenna Watson, y el reencuentro con personajes muy queridos en Días de tempestad.

THRILLER

Agatha RaisinValencia rojaEl hombre que mató a Antía MorgadeDelfines de plata

Llega el turno de la tercera pata de mi taburete literario. Destaco tres descubrimientos y dos autores recurrentes. Se me saltaron las lágrimas de risa con Finlay Donovan: una escritora de muerte, de Elle Cosimano, estoy deseando conocer su nuevo caso. Me trasladé a la Inglaterra rural de la mano de Agatha Raisin, de Marion Chesney, mi estreno con esta longeva serie. Y me moví por el lado más oscuro del ser humano con el mericidísmo ganador del Premio al mejor Thriller de este blog, Valencia Roja, de Ana Martínez Muñoz. Acabo la sección con dos autores de los que me leería hasta la lista de la compra, Arantza Portabales con El hombre que mató a Antía Morgade, y Félix García Hernán, del cual leí dos de sus libros este año: Delfines de plata y Cava dos fosas, a cuál más adictivo.

JUVENIL

Una herencia en juegoAnsia

Siempre me resulta un placer volver a mi adolescencia y rememorar lo que me hacían sentir los libros de este género. Es cierto que la barrera de este con la fantasía, romance o thriller es muy difusa y muchos caerían en ambas categorías, pero voy a mencionarlos aparte y destacar dos novelas. Comencé la saga Una herencia en juego, de Jennifer Lynn Barnes, un misterio que estoy deseando resolver con el resto de la saga. Y Ansia, de Tracy Wolff, que me tiene como una quinceañera shippeando a la pareja protagonista.

TERROR

Bosqueortiga y hueso

Este año no he leído mucho del género, pero sí que puedo recomendar dos lecturas que me mantuvieron pegadas a sus páginas. Bosque, de Lola Llatas, que me tuvo con los pelos de punta. Y una de mis últimas lecturas del año, Ortiga y Hueso, de T. Kingfisher, una historia con aspecto de cuento de hadas pero que guarda mucha oscuridad. La spooky season de 2023 ha sido más con toques románticos que de terror.

CIENCIA FICCIÓN

The Measure Las cuerdas del destinoLinaje ancestral

Dos historias han sobresalido en esta categoría. Las cuerdas del destino, de Nikki Erlick, una distopía que me abrió los ojos ante muchos temas trascendentales. Y Linaje Ancestral, de Adrian Tchaikovsky, una novela corta con muchas aventuras condensadas.

Este año literario ha sido un viaje fascinante a través de las páginas de diversas narraciones que han dejado una huella duradera en mi mente y corazón. Que este nuevo año nos brinde historias inspiradoras, autores sorprendentes y momentos inolvidables entre páginas que aún no hemos abierto.

Mariki García

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