Uno de los pequeños placeres de la vida es hablar sobre libros. Y si una personita de 11 años se acerca a mí mientras estoy leyendo en la playa para preguntarme por mi lectura y contarme la suya, ya me ha ganado. Así que no pude resistirme a su ferviente recomendación de leer Invisible, de Eloy Moreno (Castellón, 1976), una novela de sentimientos, tal y como ella la definió.
Su sugerencia fue todo lo que necesité para interesarme por el libro. Iba a ciegas por completo; incluso leyendo la prácticamente inexistente sinopsis, no sabía a lo que me iba a enfrentar al leer este relato. Creedme cuando os digo que cuanto menos sepáis de él será muchísimo mejor.
Siempre he creído que las novelas narradas desde el punto de vista de un niño te hacen ver la vida desde otro ángulo. La inocencia, disfrutar de las pequeñas cosas, ser simplemente feliz con casi nada, la sinceridad absoluta, la imaginación sin límites… son cualidades que con el paso de los años se van disolviendo y de vez en cuando recurro a este tipo de libros que me hagan recordar aquello que he olvidado y volver a creen en dragones, en superhéroes, en monstruos.
Pensaba que Invisible sería una lectura ligera muy apropiada para la época estival, una historia para pasar un buen rato. Lo que no llegué a imaginarme es que me encontraría con un libro que te remueve por dentro, que te hace reflexionar y girar la última página con la piel de gallina, los ojos acuosos y con la sensación de que ha cambiado algo dentro de ti, que no valen las excusas, que se acabó el mirar hacia otro lado.
Invisible es una novela coral, con múltiples narradores, capítulos hipercortos, siendo los de nuestro protagonista sin nombre escritos en primera persona, mientras que el resto lo hace en tercera. Algunos tienen títulos, otros empiezan directamente, llegando al punto de tener que adentrarte un poco en él para saber quién está hablando. Incluso la trama no es lineal y las metáforas pueblan estas páginas a sus anchas. Esto puede parecer confuso, y diría que es el objetivo del autor, pero poco a poco todo va cobrando sentido, desgarrando una parte de ti.
Hoy os traigo de nuevo una reseña escrita a cuatro manos, pero en este caso no es junto con mi compañera Marta, sino con esta personita que un día quiso recomendar una novela de sentimientos a alguien que tal vez necesitaba volver a ver la vida como un niño.
El libro, desde mi punto de vista, es extraordinario. Te muestra muchos valores y sentimientos, también te enseña experiencias. El principio era un poco lioso porque no sabía bien quién hablaba. El título está muy bien asociado con la portada.
Decía el principito que lo esencial es invisible a los ojos, y Eloy nos ha enseñado que también tenemos que abrir los ojos para ver eso que a priori es invisible.
Es entonces cuando se da cuenta de que para ser un monstruo no es necesario hacer algo especial, a veces basta con no hacer absolutamente nada.
Título: Invisible
Autor: Eloy Moreno
Editorial: Nube de tinta
Páginas: 304
Género: juvenil
Fecha de publicación: febrero 2018
2 comentarios sobre “Invisible – Eloy Moreno”