Tras su éxito con La última paloma, la autora granadina Men Marías regresa con una arriesgada novela negra plagada de crítica social, Lo que arrastra la lluvia.
Granada, 2008. La crisis económica se está cebando con los ciudadanos y son muchos los que han perdido su poder adquisitivo, su trabajo y hasta su casa. Marina ha perdido todo eso y, además, a su marido y su hija en un accidente de tráfico. De tener una vida acomodada, pasa a ser una indigente.
Carmen, una mujer adinerada que ejerce la filantropía hasta extremos desmedidos, se topa casualmente con ella y decide ser su protectora. Este hecho fortuito les cambiará la vida a ambas.
Lo primero que te sorprende en esta historia es el estilo narrativo de Men. Su prosa es compleja y rica en matices, leer sus textos hace que el lector tenga que esforzarse, pero una vez conecta con su escritura disfrutará al máximo de la narración. Quizá por haber leído con anterioridad La última paloma yo me enganché a Lo que arrastra la lluvia desde la página uno.
En este sentido lo que más destaco es la capacidad que tiene Men para ofrecernos tres voces completamente diferentes.
Estamos ante un texto que no tiene capítulos como tales, pero sí que hay bloques dedicados a cada uno de los personajes. Por lo distintos que son entre sí no hay necesidad de dar ninguna pista sobre quién va a ser el protagonista de cada uno de ellos.
Por ejemplo, las partes de Marina, están contadas por un narrador equisciente que nos transmitirá a la perfección el caótico estado mental que atraviesa. Podremos ponernos en su lugar, sentir su desconcierto por pasar en tan solo unos días de llevar una vida normal a no tener un sitio donde dormir o hacer sus necesidades. Son partes donde la confusión impera. Frases cortas, punzantes, que se van clavando en la mente del lector.
Las dedicadas a Carmen, también con narrador equisciente, se diferencian del caos imperante en las de Marina porque aquí todo es paz y armonía como su protagonista.
Por otro lado, tenemos las intervenciones de Leonor que son siempre epistolares, a través de estas misivas iremos haciéndonos una composición sobre quién es este personaje y qué es lo que busca.
Por último, tenemos a Julia, la hija de Carmen, que se nos muestra a través de las entradas del blog que tiene. Julia utiliza un estilo coloquial, juvenil y desenfadado que creo que nos dan una imagen muy fiel de lo que es una adolescente de 13 años.
En cuanto a la crítica social, Men aprovecha esta novela para poner sobre la mesa temas muy importantes como, el más obvio, la crisis económica de 2008, con argumentos como el de vivir por encima de nuestras posibilidades, el afán consumista que predomina en la sociedad, etc. Pero también aprovecha para hablar de la violencia de género, las enfermedades mentales e, incluso, sobre las creencias arraigadas en ciertos sectores que pueden hacer el vacío a una persona si no se comporta según esas normas no escritas. En ese sentido, no puedo más que aplaudir a la autora granadina por cómo trata cada uno de esos temas sin perder el hilo argumental.
Y del hilo argumental es de lo que toca hablar ahora y ahí es donde tengo sentimientos encontrados. Como he dicho al inicio, entré con gran facilidad en la historia y debo decir que he estado enganchada hasta la última página. Pero eso no significa que me haya gustado el devenir de la historia.
La trama empieza muy bien, con varias subtramas que sabes que acabarán conectadas, aunque no cómo. Pero hacia la tercera parte la historia se va complicando de forma inverosímil llegando a un final que, personalmente, no me ha gustado y me ha dejado una gran sensación de incredulidad. Creo que enreda demasiado las cosas, llegando a desenlaces de algunos hilos que a mí no me han resultado creíbles. Con lo cual, al final, te queda un sabor agridulce.
Lo que arrastra la lluvia es una historia con personajes muy potentes, mucha crítica social que, os puedo asegurar, no os dejará indiferentes.
Título: Lo que arrastra la lluvia
Autora: Men Marías
Editorial: Ediciones B
Páginas: 366
Género: novela negra
Fecha de publicación: febrero 2023