Interesante novela la que acabo de leer y disfrutar, a pesar de que en algunos momentos no cumplió con mis expectativas. Y, claro, pensarás que eso es negativo, pues no siempre lo es aunque, obviamente, te descoloca.
Comencé a leer Veinticinco días de agosto del escritor canario Santi López, pensando que estaba ante un thriller. Con lo cual yo ya me veía inmersa en un libro de acción a raudales, grandes dosis de intriga y buen ritmo. Cuál es mi sorpresa que ya, nada más hojear un poco mi ejemplar, comencé a ver páginas y páginas enteras llenas de párrafos interminables sin apenas puntos y aparte, y ya de diálogos ni hablamos. En ese momento pensé que mi idea de lectura ágil y ligera no iba a ser tal, y con tan solo leer cuatro o cinco páginas, ya supe con certeza que no estaba ante un texto fácil, sino todo lo contrario, muy exigente.
Santi nos mete en la cabeza de sus personajes y somos testigos de primera mano de sus monólogos interiores. Porque eso es lo que nos encontramos principalmente, largos y extensos monólogos que nos hacen conocerlos exhaustivamente. Seremos partícipes de cada fugaz pensamiento, cada análisis, cada recuerdo que los tres protagonistas, Kurt, Trish y Frankie, tengan. Con un estilo narrativo muy cuidado y unas descripciones minuciosas viviremos y sentiremos lo mismo que cada uno de ellos.
Kurt, Trish y Frankie viven una existencia, digamos, normal. Trabajo y estudio ocupan la mayor parte de su tiempo. Hasta que un día los astros se confabulan y hacen que Frankie y Kurt estén en el momento equivocado, en el lugar equivocado. Su vida se volverá de patas arriba y se empezarán a codear con el mundo del narcotráfico londinense.
Pero para que esto pase –que pasa– Santi López se lo toma con calma, con mucha calma. Solo hacia la mitad del libro, este empieza a coger un poco más de ritmo y la acción le ganará la partida a las reflexiones internas. Es más, me atrevería a decir que, casi, estamos ante dos novelas en una. La primera en la que se nos presentan los tres protagonistas, sin prisas, entrando en todo tipo de detalles de cómo es su día a día y, claro está, poniendo las bases de la intriga que va a ser el hilo conductor de la segunda. La segunda una novela negra con más personajes y mucho más ritmo, donde vemos una evolución de los mismos personajes ante una situación extrema.
¿Quiere decir esto que le sobran páginas? Puede. Aunque también os digo que he disfrutado todas y cada una de ellas. Y que hasta el detalle más frugal que, en un principio pensemos que no le aporta nada a la trama, al final, acaba cobrando sentido.
Una vez me mentalicé que no iba a encontrar un thriller de manual y que tenía que ir paladeando cada una de las frases que el autor me ofrecía, empecé a disfrutar de una lectura lenta y reposada; a querer a cada uno de los personajes con sus defectos y sus virtudes; a entender sus comportamientos, a veces inteligentes y otras veces muy locos; en definitiva, a deleitarme de una obra diferente, con una trama completamente original y que en su última parte, va cogiendo ritmo, hasta llegar a un final de infarto.
Así que, si no tienes miedo a más de seiscientas páginas intensas, que requerirán que pongas tus cinco sentidos en su lectura, dale una oportunidad a Veinticinco días de agosto. Creo que Santi López nos puede ofrecer cosas muy interesantes en el futuro.
Título: Veinticinco días de agosto
Autor: Santi López
Editorial: autopublicado – Amazon
Páginas: 620
Fecha de publicación: agosto 2021