Tras el éxito mundial de El cuento número trece, Diane Setterfield (Berkshire, 1964), regresa con Érase una vez la taberna de Swan, donde mecidos por el agua del Támesis, nos sumergiremos en un lugar donde narrar cuentos e historias es todo un arte.
Como reza su título en inglés Once upon a river’, (Érase una vez un río), si hay un protagonista indiscutible en estas páginas es el río Támesis, durante su recorrido de Cricklade a Oxford. Todos los personajes que iremos conociendo a medida que nos vayamos adentrando en la historia viven a orillas de este río y sus vidas y circunstancias dependen directamente de él.
Fueron sus aguas las que arrojaron a los brazos de un desconocido durante la noche del solsticio de invierno, a una niña inconsciente.
El río que fluye siempre hacia delante también se desparrama hacia los lados, irriga los campos y la tierra que quedan a ambas orillas. Encuentra su camino hasta los pozos y sube con ayuda de algún cubo para lavar enaguas y ser puesta al fuego para hacer té.
En su orilla, a su paso por Radcot, se encuentra la taberna de Swan, un lugar donde la tradición oral tiene su mayor expresión y allí, amigos míos, se podrán oír los mejores cuentos e historias populares. Aquella noche, la más larga del año, sus parroquianos estaban dispuestos para pasar una estupenda vigilia escuchando y contando relatos. Cuando un hombre tremendamente malherido, a duras penas consiguió entrar en la taberna.
Esa noche, donde la realidad superó a la ficción, en el momento que el desconocido abrió la puerta de la taberna desplomándose y dejando caer de sus brazos a una pequeña de unos cuatro años, todos los allí presentes empezaron a dar forma en sus cabezas una buena historia que les habría de acompañar durante años y años.
El Swan era una taberna muy antigua, quizá la más antigua de todas. La habían construido en tres partes: una era vieja, la otra era muy vieja y la tercera, aún más vieja.
¿Quién es el hombre herido? ¿Quién y de quién es la niña? ¿Qué les ha sucedido para llegar en esas penosas condiciones al Swan? Eran algunas de las muchas preguntas que los allí presentes se hacían.
A la mañana siguiente cuando el flujo del río había llevado la historia corriente arriba y corriente abajo, dos familias se personaron en el Swan alegando que la chiquilla les pertenecía. Por un lado, los Vaughan, cuya hija Amelia, fue raptada dos años atrás y por otro, Robert Amstrong, abuelo de la pequeña Alice, cuya madre se acababa de suicidar apenas 24 horas atrás y a la niña se la había dado por perdida.
Dos familias, dos niñas desaparecidas y una hallada, y a su lado, muchas, muchas historias, que Setterfield irá enlazando con la habilidad de los grandes, una narración exquisita que demostrará que la autora es una maestra en construir relatos. Y que gracias a la excelente labor de traducción que Ana Mata Buil, ha realizado, podemos disfrutar en su plenitud.
Un misterio que esconde como siempre, la maldad del ser humano, la codicia sin importar el daño causado. Personas que intentan sobreponerse a la adversidad. La escritora británica no solo se esmera en el estilo narrativo, sino que nos obsequia con un conjunto de personajes magníficamente construidos que harán de esta novela algo imperecedero en tu memoria.
Uno de los personajes principales de Érase una vez la taberna de Swan, es el fotógrafo Henry Daunt, un personaje ficticio, pero que está basado en un personaje real, el magnífico fotógrafo del Támesis Henry Taunt. Taunt, construyó un barco y lo acondicionó dotándolo de un cuarto oscuro. Y así, viajando por el cauce del Támesis llegó a tomar más cincuenta mil fotografías del mismo. Fotografías que fueron las que inspiraron a Setterfield para escribir esta novela.
Leyendo esta novela, te sentirás transportado a esa Inglaterra del siglo XIX, podrás imaginar perfectamente el sonido del agua circulando, el frío de las aguas del río. Te deleitarás con cada una de las historias que brotarán a la luz de las velas, unas palabras que irán fluyendo por cada uno de los personajes, porque aquí, todos tienen una historia que contar y a alguien dispuesto a escuchar.
Marta Pérez
Título original: Once Upon a River
Título: Érase una vez la taberna de Swan
Autora: Diane Setterfield
Traductora: Ana Mata Buil,
Editorial: Lumen
Páginas: 608
Género: narrativa, intriga, misterio
Fecha de publicación: febrero 2019