Este será el mejor verano de nuestras vidas, quédate con eso y deja de desear que se pare el tiempo. Vive el ahora.
En una ciudad sin nombre de Estados Unidos, Andrea Hudson –Andy para los amigos, Ands para los muy amigos– va a vivir el año más emocional que ha tenido en sus 18 años de vida, una montaña rusa de sentimientos de los cuales algunos no entenderá, otros negará y varios les hará madurar. Esta es la premisa de la que parte El amor frente a mis narices, de Rocío Granado Mata (Sevilla).
Con una alternancia entre pasado y presente, conoceremos la vida de nuestra protagonista, o más bien dos historias de amor y amistad, con un denominador en común pero muy diferentes entre sí.
El pasado está narrado en primera persona casi a modo de diario, con comentarios directos al lector dando pequeñas pistas de lo que va a pasar. Esta complicidad con nosotros nos volverá sus confidentes, haciéndonos empatizar con ella hasta casi el punto de desear gritarle qué es lo que debería hacer, como si de una amiga se tratase.
La actualidad está descrita desde una tercera persona. Este punto de vista algo más distante nos presentará los hechos tal y como ocurren, con un toque más objetivo, pero siempre cargados de sentimientos y humor. Confieso que han sido mis preferidos, pero quien haya leído el libro seguro que sabrá el motivo.
La magia de esta novela son sus personajes, especialmente los tres principales. Uno te divertirá y sorprenderá; otro lo odiarás a la vez que intentarás comprender mínimamente su actitud; y el otro te enamorará, queriendo que llame a la puerta de tu casa y se quede contigo para siempre.
Estamos en una época en la que todo se etiqueta y surgen miles de subgéneros literarios de la noche a la mañana. El amor frente a mis narices se podría encasillar en dos principalmente: enemies to lovers y friends to lovers, con todos los clichés que acarrean dichos estilos. Nos encontraremos con el quarterback guaperas, bailes de fin de curso, una relación tóxica, la esperanza de poder cambiar a alguien, el chico malo y el vecino inseparable. Sin embargo, esto no hace desmerecer la obra ya que Rocío encaja todos estos tópicos en una trama con sentido y evolución.
Es una novela sencilla, con un lenguaje directo y cercano, de esas que cuando menos te das cuenta –y fue lo que me pasó– has devorado un tercio del libro en un rato pese a sus 400 páginas. Incluso tuve que terminarla antes de dormir para no quedarme con la intriga del desenlace. Puede que el argumento no sea novedoso, pero refleja muy bien la etapa adolescente, con todos sus dramas y problemas, y esos primeros amores que no se olvidan y dejan huella.
Título: El amor frente a mis narices
Autora: Rocío Granado Mata
Editorial: autopublicado – Amazon
Páginas: 408
Género: novela juvenil romántica
Fecha de publicación: junio 2020
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