Hace unas semanas empecé a ver por todas partes un libro: Niña, mujer, otras de Bernardine Evaristo (Eltham, Londres, 1959) y siempre unido a críticas y opiniones muy positivas. Cuando me informé un poco acerca de autora y novela, vi que Evaristo acababa de hacer historia siendo la primera mujer de raza negra en ganar el Premio Booker en 2019, el más importante de las letras anglosajonas. Con todas estas referencias no podía más que leer y opinar por mí misma qué tiene de especial Niña, mujer, otras.
Para empezar, hay que decir que la autora es una gran defensora de la diáspora africana, ha centrado su lucha en el reconocimiento de la literatura y arte africanos. Y sí, aun hoy, en pleno siglo XXI, esto es necesario, al igual que es necesario que haya un Día Internacional de la Mujer y muchas otras fechas que algunos consideran innecesarias.
Doce mujeres, doce historias
En Niña, mujer, otras, Evaristo nos cuenta la vida de doce personajes femeninos comprendidos entre los 12 y los 93 años, y a lo largo de varias décadas nos hará partícipes de su día a día, sus relaciones, sus estudios, sus trabajos, sus sentimientos… Partiendo del personaje de Amma, directora de teatro de vanguardia, iremos conociendo al resto del elenco como si de una cadena se tratara. Todos tienen una fina unión con los demás, aunque a veces nos cueste verla, o no la veamos hasta el final.
No estamos ante una obra amable, Evaristo nos cuenta episodios duros, muy duros, que han tenido que soportar estas mujeres por el simple hecho de ser eso, mujeres y encima, negras. Abuso, intolerancia, violación, discriminación…, todo eso es el pan de cada de día de las protagonistas. Algo que la mayoría aceptan como algo normal, habitual.
Aunque hay momentos en que nuestro corazón se encogerá y nos hará recapacitar y reflexionar, es un texto donde hay sitio para la sonrisa, para la esperanza. El tono que usa Evaristo es desenfadado, coloquial, ahora más adelante, hablaré del estilo narrativo, que merece mención aparte.
Hay veces que coges un libro con cierto miedo o, más bien, debería decir respeto. Este ha sido el caso. Pensé que me iba a encontrar con una lección de adoctrinamiento, que iba a ser radical y extremista en sus opiniones y nada más lejos de la realidad. La escritora británica consigue con maestría poner el dedo en la llaga en una serie de cuestiones, dándonos así un toque de atención. Al mismo tiempo que crítica el «falso victimismo» que, en pocas ocasiones, también se puede dar.
Courtney respondió que Roxane Gay advierte contra la idea de jugar a las «olimpiadas de los privilegios» y escribió en Mala feminista que el privilegio es relativo y circunstancial, y yo estoy de acuerdo con ella, Yazz, porque a ver, ¿dónde parar? ¿es Obama menos privilegiado que un paleto blanco que se cría en un camping de caravanas con una madre soltera yonki y un padre en la cárcel? ¿es una persona con serias discapacidades más privilegiada que un refugiado sirio al que han torturado?
También debo confesar que había leído algo sobre el estilo narrativo de Evaristo que me daba reparo. Niña, mujer, otras está escrita de una forma original una especie de verso libre, casi sin puntos. De hecho solo hay uno por capítulo, el punto final. Otra de sus características son los continuos saltos de línea, y las frases de una, dos palabras. Lo que a priori dicho así puede parecer un caos, o que incluso te va a dejar sin respiración durante su lectura, en la práctica ha sido todo lo contrario. Dotaba de ligereza al texto, de cierta coherencia, naturalidad, con lo que su lectura me ha sorprendido gratamente y me ha resultado muy amena.
La autora ha bautizado este estilo como fusion fiction y comentaba en una entrevista que: «Le da una gran energía a mi escritura y me permite condensar muchas ideas en un espacio muy pequeño. Esta forma me permite escribir sin censura.» Sin lugar a dudas, uno más de los muchos aciertos con los que cuenta esta historia.
Para finalizar, tengo que decir que, aunque durante la lectura tengamos la sensación de leer una sucesión de relatos cortos, sí, conectados de alguna manera, pero independientes; un final sorprendente nos hará ver que no, que todo en esta obra tiene un fin, un porqué.
No puedo más que recomendar su lectura, una novela necesaria, con un gran mensaje pero que también cumple con la finalidad del entretenimiento.
Título original: Girl, Woman, Other
Título: Niña, mujer, otras
Autora: Bernardine Evaristo
Traducción: Julia Osuna Aguilar
Editorial: AdN Alianza de Novelas
Páginas: 496
Género: narrativa
Fecha de publicación: mayo 2020
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