Hay libros entretenidos, libros interesantes, libros que te hacen pensar, libros que te hacen reír o llorar o las dos cosas, y luego están los libros bonitos. Y los que escribe la autora italiana Desy Icardi entran en esta categoría. Con La pastelera de medianoche, cierra su pentalogía dedicada a los cinco sentidos (podéis leer el artículo sobre la serie que escribió nuestra compañera Karen Holmes). Obviamente, con este título hace alusión al gusto.
En esta ocasión el protagonismo se divide entre dos personajes, por un lado tenemos a Jolanda a la que iremos conociendo a lo largo de los años desde que era una niña de ocho. Pertenece a una familia burguesa en decadencia y que se desmorona por momentos, que solo se sostiene a flote gracias al empeño y artimañas de su tía abuela Isabella, que menudo personaje, odiosa hasta decir ¡basta! Pero no entro en más detalles sobre ella, os dejo que la conozcáis y juzguéis vosotros mismos.
El otro gran protagonista de esta historia es un viejo conocido de quienes hayan leído alguno —o todos— de los libros anteriores de Icardi, el abogado Edmondo Ferro. A diferencia de las otras entregas, aquí Edmondo abandona el papel de secundario y se convierte, casi sin querer, en protagonista.
No estamos ante una historia lineal, son muchos los saltos hacia adelante y hacia atrás que daremos para reconstruir por completo la historia de Jolanda, aunque las principales paradas las haremos en 1888 y 1917, siendo esta última fecha la más relevante para nuestra historia ya que en esos momentos, en Turín tuvo lugar la Revuelta del pan que tuvo lugar dentro de la Gran Guerra. Justo cuando los ciudadanos hambrientos y hartos de una guerra que no entendían se revolvieron contra las autoridades reclamando algo para llevarse a la boca.
La prosa de Icardi es delicada y sutil, casi poética. Es por este motivo que, aunque no estamos en una historia feliz ni alegre, consigue que sus palabras dulcifiquen los hechos y no se nos claven como espinas.
Jolanda no vive una existencia fácil. Su día a día está marcada por su condición de noble venida a menos y por la carencia de afecto. Es un personaje complejo que debe moldear su personalidad de acuerdo a los deseos de los demás y son pocos los momentos en los que puede dar rienda suelta a su verdadero «yo».
Icardi aprovecha para criticar la hipocresía de esta clase social, que se cree superior al resto de los mortales, aunque dependan de ellos para salir adelante.
En todos los títulos de la pentalogía los libros tienen su espacio en el argumento y son muchas las alusiones que se hacen a la lectura en general y, a algunas obras en particular. No en vano, la vida de Edmundo gira en torno al amor por ellos y, podíamos decir que ha dedicado la mayor parte de sus días a leer.
A pesar de que soy amante del género fantástico, el realismo mágico no es algo que me emocione y Desy siempre incluye una pequeña dosis en sus relatos. La pastelera de medianoche no es una excepción y, como siempre, lo hace con tal sutileza y acierto que me hacen disfrutar enormemente de ese toque «especial».
Creo que todos los sentidos son importantes, pero quizá los que más asociados están a nuestra nostalgia y recuerdos son aquellos relacionados con el gusto y el olfato y, en este libro podremos oler la vainilla, la canela, el aroma del pan recién horneado… Esos olores y sabores que lograrán transmitirnos una sensación de bienestar, de refugio.
La pastelera de medianoche es, sin duda, el broche de oro perfecto para una pentalogía que merece ser leída y recordada.
Título original: La pasticciera di mezzanotte
Título: La pastelera de medianoche
Autora: Desy Icardi
Traductor: Xavier González Rovira
Editorial: AdN Novelas
Páginas: 328
Género: narrativa, fantasía
Fecha de publicación: abril 2025
Marta entre libros 
Muy buena la reseña, contando sin destripar 💜. Espero que leas las que te faltan 😉
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