Castellano, del escritor Lorenzo Silva (Madrid, 1966) es la historia de la revuelta más famosa de Castilla: la de los comuneros. Estas gentes del extenso reino castellano decidieron levantarse en armas contra su nuevo rey, Carlos I, al verse mermados sus privilegios y obligados a pagar unos impuestos extraordinarios para fraguar los costes del que sería el monarca heredero más poderoso de Europa.
Contexto histórico
En 1516 fallecía Fernando II de Aragón. Dos años después, bajo la inestabilidad política que llevaba arrastrando el reino tras la muerte de Isabel la Católica y de los posteriores gobiernos (Felipe el Hermoso, primero, y el cardenal Cisneros, después), un joven príncipe —y nieto de los Católicos— que jamás en estas tierras castellanas había puesto un pie, era jurado en las cortes de Castilla como su nuevo rey y se ceñía la corona aún con su madre viva —aunque nada cuerda— Juana, encerrada en Tordesillas. Carlos de Habsburgo se coronaba así como I de Castilla y atravesaba estas tierras vastas con un gran séquito de borgoñones dispuestos a vaciar las urbes de sus más prósperas tierras en beneficio de sus territorios flamencos y ocupando puestos de altos cargos castellanos.
Y aquí se hallaba cuando, en 1519, muere el emperador Maximiliano otorgando la sucesión a su nieto Carlos. Para ello, el futuro emperador del Sacro Imperio Romano Germánico debía abandonar Castilla y marchar a sus nuevos y extensos dominios. Decidió entonces convocar cortes y subir los impuestos para sufragar su viaje. Viendo, sus súbditos castellanos, que su tierra iba a convertirse en un tesoro que expoliar para engrosar las arcas del nuevo imperio, el malestar empezó a gestarse entre la clase obrera, promovido por burgueses e Iglesia que veían cómo los cargos que por derecho le pertenecían iban a parar a manos de extranjeros. Esa subida fiscal y el desequilibrio que ya arrastraba tras de sí Castilla, fue la mecha que encendió la revuelta popular conocida como Guerra de las Comunidades, cuyo caudillo tendría su hombre escrito en la Historia: Juan de Padilla.
Villalar (de los Comuneros)
Mil quinientos veintiuno,
Y en Abril para más señas,
En Villalar ajustician
A quienes justicia pidieran.
En Villalar ajustician
A quienes justicia pidieran
Malditos sean aquellos
Que firmaron la sentencia
Malditos todos aquellos
Los que ajusticiar quisieran
Al que luchó por el pueblo
Y perdió tan justa guerra.
(Castilla. Canto de Esperanza – Nuevo Mester de Juglaría)
Esta guerra de las Comunidades de Castilla se libró durante dos años. En ese tiempo, los rebeldes buscaron el respaldo y la aprobación de la legítima reina y heredera al trono, Juana I, mientras el rey Carlos permanecía en la corte de Flandes y daba plena regencia al pobre cardenal Adriano de Utrech que hacía lo imposible por evitar la ruptura entre la nobleza y la realeza.
Convertida en una de las primeras revoluciones burguesas de la Era Moderna, vería su fin un 23 de abril de 1521 —el día de Castilla y León— en Villalar (de los Comuneros, en honor a estos) cuando perdieron contra las tropas reales. Los tres líderes de las ciudades de Toledo, Segovia y Salamanca, Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado, los capitanes que con orgullo habían defendido su libertad, fueron decapitados al día siguiente en la plaza y sus cabezas expuestas sobre una picota.
«En la arrogancia toledana, la inteligencia salmantina y la ira segoviana tiene la revuelta comunera los pilares que la ponen en pie»
Terminaba así el sueño de Castilla y se iniciaba el descenso hacia esa zona despoblada, seca y olvidada de la España en la que hoy son otras las ciudades cuyo esplendor y sombra se ciernen sobre ellas.
Sentimiento de pertenencia
Castellano es una obra a caballo entre el ensayo y la novela. Silva entremezcla cada capítulo histórico con otros más personales en las que batalla en esa búsqueda por encontrar su propia identidad castiza y de pertenencia a un lugar. Es tal la forma en la que se adentra en ella, que incluso hace uso de ese lenguaje castellano antiguo a la hora de narrar la historia. Si bien es cierto que, al principio, este puede resultar atractivo e incluso transportarnos a esos siglos de antaño, la enorme cantidad de datos y el nivel de profundización tan exhaustivo que aparece en la obra sumados a esas palabras más arcaicas pueden ralentizar su lectura.
Pese a ello y quizás debido a que esa identidad que él busca (una ha de dividir la suya entre su sangre salmantina y su amor por la Ciudad Condal), han hecho de esta obra un símbolo que visualiza la lucha de esos hombres y mujeres que decidieron dejarse la vida defendiendo lo que para ellos era su libertad y dignidad. Porque si de algo se ha de sentir orgullosa Castilla es de su sentido de pertenencia a esas vastas tierras que dieron a lo que es hoy España su carácter y su honra.
Título: Castellano
Autor: Lorenzo Silva
Editorial: Ediciones Destino
Páginas: 368
Género: novela histórica
Fecha de publicación: mayo 2021