Mala mar – Toni Monserrat

Mala mar, la esperada secuela de Isla negra, consolida a Toni Monserrat (Ibiza, 1974) para crear tramas complejas y profundamente inmersivas, con una ambientación histórica sumamente cuidada. Situada en la Mallorca de finales del siglo XIX, esta novela no es solo un thriller de misterio, sino un rico retrato de una sociedad en plena transformación, lleno de detalles culturales y sociales que dan vida a la época.

La trama sigue a Marc Guasch y Lucía Lequerica, quienes, tras los eventos de Isla Negra, viajan a Mallorca en compañía de Claudio, hermano de Guasch, y Apolonia, la esposa de Claudio. La novela comienza durante las festividades de San Magín, un evento de júbilo y alegría que rápidamente se ve interrumpido por la aparición de un cadáver en un balneario de Palma. A partir de aquí, lo que parecía un viaje de placer se convierte en una intensa búsqueda de la verdad.

Una de las mayores fortalezas de Mala mar es su ambientación. Monserrat nos lleva directamente a la Mallorca de 1866, con una riqueza de detalles que impregna cada página. Los escenarios, desde las calles de Palma hasta los salones aristocráticos, están descritos de manera vívida, casi cinematográfica. Esta es una Mallorca histórica que no solo sirve como telón de fondo, sino que se convierte en un personaje más de la historia. La obra explora las diferencias culturales entre las islas baleares, particularmente entre Ibiza y Mallorca, destacando las tensiones sociales de la época. Como complemento, al inicio de la novela tenemos dos mapas, uno de la isla en general y otro de la ciudad de Mallorca, un recurso sumamente útil y que ayuda visualmente a seguir los pasos de los individuos y la trama.

Los personajes son otro pilar fundamental de la novela, en especial Marc Guasch, el protagonista. Su carisma y perspicacia como investigador son el eje central, pero es notable la manera en que el autor lo presenta enfrentándose a nuevas dificultades, sin las mismas comodidades que en su caso anterior. Esta vulnerabilidad hace que Marc tenga que sudar para encontrar al culpable, tomando caminos alternativos y originales para llegar a la meta, haciéndolo aún más interesante. Asimismo, nuevos personajes como Tony Petit, un niño huérfano lleno de recursos, y Pere Pau, un periodista incisivo, aportan frescura y dinamismo a la trama.

Uno de los aspectos a elogiar de Mala mar es la forma en que Monserrat desarrolla el misterio central. La muerte violenta de una joven desata una serie de interrogantes que el autor maneja con habilidad. Los interrogatorios y las pistas se dosifican cuidadosamente, llevándonos de un callejón sin salida a otro, en una estructura que recuerda a los clásicos del género. Sin embargo, lo que destaca es la complejidad moral de la historia: el crimen no es solo un rompecabezas a resolver, sino una puerta de entrada a temas más profundos sobre la sociedad, la violencia y las injusticias del sistema. Al estar ambientado en el siglo XIX, el detective tiene que resolver el misterio a la antigua usanza, a través de la observación, interrogatorios y sin tecnologías en las que apoyarse. Este hecho confiere un ritmo más pausado en comparación con el frenesí de las novelas contemporáneas. Esta calma en medio de la tormenta permite al autor explorar con mayor detalle los matices de sus personajes y su entorno.

El desenlace del libro es satisfactorio, pese a no haber podido crear ninguna teoría casi hasta llegar al final de la historia, ya que la dosificación de las pistas no me lo permitía. Y eso que una de las cosas con las que más disfruto a la hora de leer este género es hacer mis cábalas, a cual más loca y disparatada.

Como nota discordante, durante toda la lectura aparecen numerosas palabras y frases escritas en mallorquín, sin traducción a pie de página. Y aunque algunas expresiones se pueden deducir, muchas otras no las entendía. También me resultaba incoherente que un personaje saludase en mallorquín, el otro replicase de igual manera, el primero hiciese alguna pregunta o comentario también en este dialecto para luego saltar al castellano. Y sí, acepto mi parte de culpa al llegar al final del libro y toparme con un extenso glosario con todas las traducciones que había echado en falta, pero siendo una lectora antispoiler, lo último que se me pasó por la cabeza fue comprobar la últimas páginas en busca de esta ayuda a riesgo de destriparme el final. En estos casos, una nota al comienzo de la novela o las traducciones a pie de página hubiesen sido recomendables.

Mala mar es una ventana a una Mallorca ya olvidada, llena de contrastes y misterios. Para quienes disfrutan de los thrillers históricos con una ambientación detallada y personajes memorables, es una lectura que no decepcionará. Próxima parada: Menorca.

Mariki García

Título: Mala mar
Saga: Marc Guasch 2
Autor: Toni Monserrat
Editorial: Plaza & Janés
Páginas: 576
Género: thriller
Fecha de publicación: junio 2024

Deja un comentario