Poco más necesitaba el autor vallisoletano César Pérez Gellida (Valladolid, 1974) para estar en lo más alto del mundo literario. Escritor superventas, ha conseguido vender los derechos de su primera trilogía al mundo audiovisual, sus fieles seguidores tienen nombre propio «gellidistas» y hace unos meses se convirtió en el flamante ganador del Premio Nadal, uno de los galardones de más prestigio, con su novela Bajo tierra seca. ¿Premio merecido?
Bajo mi punto de vista es un sí rotundo. En esta novela negra, negrísima, con aires a western, Gellida crea unos personajes fascinantes. Unos personajes que van del gris al negro más oscuro y con los que a pesar de todas las crueldades que hacen no puedes por menos que empatizar con ellos.
Viajamos hasta la Extremadura de principios de siglo XX donde Jacinto Padilla es detenido intentando huir con una bolsa llena de dinero y joyas tras haber incendiado la finca donde trabajaba, propiedad de Antonia Monterroso, conocida como «La Viuda». Martín Gallardo se desplaza hasta el lugar para investigar lo ocurrido.
Y lo ocurrido es abrumador. César crea una historia compleja y sangrienta como solo él sabe hacer. Combinando pasado y presente el lector va conociendo los hechos y la vida de esta mujer que por momentos te espeluzna, a la vez que te fascina.
Con una prosa cuidada al más mínimo detalle, la ambientación en las tierras extremeñas está recreada a la perfección, casi hasta puedes sentir el polvo de las carreteras o el olor de los cerdos en su pocilga.
Pero el fuerte de esta novela, sin ninguna duda, son sus personajes, una novela muy coral donde solo hay un tímido rayo de luz de nombre Rosario, es la única alma pura que no parece tener maldad. El resto se mueve por impulsos, por necesidad, por adicción.
Quizá esta última palabra no se me hubiera venido a la mente sino se la hubiera oído decir a su creador hace unos días en mi librería. Nadie como él para conocer su obra y los personajes que él mismo ha creado, y los denominó así: adictos. Adictos a diferentes cosas o personas, al sexo, al opio, al poder, al dinero, a Antonia…
En una novela tan coral como esta y con un elenco cuidado al más mínimo detalle, destaco por encima de todos ellos a dos: Antonia, obviamente, y Martín Gallardo, dos supervivientes que han sabido lidiar contra condiciones completamente adversas.
De Antonia os diré que es una mujer de esas que cautivan y embelesan no solo a todos aquellos que se cruzan en su camino, sino al lector. En las partes en las que aparece su sola presencia llena las páginas, su inteligencia, su crueldad, su saber mirar hacia adelante.
Y Martín Gallardo parece un personaje sacado de un western, montado en su fiel caballo, Alarico, se dispone a repartir justicia allá donde fuere. Pero… tiene varias debilidades, aunque hay una que le hace más vulnerable que el resto, aunque no os la voy a contar, que para eso está el libro -guiño y sonrisa-.
No es una historia de ritmo trepidante, aunque no dejan de pasar cosas, y la necesidad de saber te incitan a leer más y más hasta llegar a un desenlace del que yo no quitaría ni una sola coma.
Os invito a que os adentréis en este territorio inhóspito que es Bajo tierra seca.
Cuando no hay mucho que contar hay mucho que callar.
Título: Bajo tierra seca
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Destino
Páginas: 501
Género: novela negra
Fecha de publicación: febrero 2024
Marta entre libros 