Hace unos 6 años alguien me recomendó una novela gráfica, me aseguró que me gustaría. Aunque un tanto escéptica, porque no soy muy asidua del género, me puse manos a la obra y cuando me quise dar cuenta, Emil Ferris (Chicago, 1962) me había conseguido atrapar entre sus magníficas ilustraciones y esa historia caótica, pero con tanta carga reivindicativa. Os estoy hablando de Lo que más me gusta son los monstruos. La única pega que le pude poner fue un final inconcluso. Final que, por fin, este año hemos podido disfrutar en su continuación, Lo que más me gusta son los monstruos 2.
La protagonista de ambos trabajos es Karen, una niña diferente, con una vida complicada, armada con su cuaderno allá donde va y dibujando todo lo que le rodea y le sucede. Ese cuaderno es lo que nosotros tendremos en nuestras manos, un enorme libro cuyas imágenes simulan ser eso, el típico cuaderno a rayas en el que Karen da rienda suelta a su talento.
En esta segunda parte, la historia arranca justo donde terminó la anterior. Karen sigue investigando el asesinato de su vecina Anka, mientras pasa más tiempo con su hermano y va entendiendo realmente a qué se dedica.
Una vez más, gracias a Anka, volveremos a visitar la Alemania nazi y las atrocidades que se cometieron en los campos de concentración. Así como el espíritu de supervivencia que anida en todos nosotros sale a la luz cuando estamos en peligro.
Emil Ferris da voz a aquellos que son diferentes como transexuales y lesbianas. Hay que tener en cuenta que la historia está ambientada en el Chicago de finales de los años 60, con lo que salir del armario o mostrar un comportamiento diferente al resto era algo que estaba no solo mal visto, sino casi prohibido.
Junto a Karen y su hermano Deeze pasearemos por las calles de la ciudad norteamericana que se manifestaba contra la guerra de Vietnam, llenando sus calles de grupos hippies proclamando la paz.
Pero sobre todo visitaremos el Museo de Arte de Chicago que es ese lugar en el que Karen se siente plena y feliz. Paseando al lado de los cuadros de los grandes autores ella va entendiendo el funcionamiento de la vida, si es que eso se puede llegar a entender.
Hay que comentar que no estamos ante una lectura fácil, esta historia exige nuestra máxima atención, no solo por el contenido sino por cómo está narrado. Texto y dibujo son complementarios el uno del otro y tendremos que estar pendientes de las numerosas pistas que la autora va encerrando en sus imágenes.
Al igual que sucediera con el anterior, Ferris rinde un homenaje al género Pulp y de terror. No en vano, el inicio de cada capítulo (si es que podemos decir que hay capítulos en esta novela) viene señalado con lo que podría ser la portada de una revista Pulp.
Llegamos al tema de las ilustraciones. Me parecen magníficas, soberbias. Pero cuando investigas cómo las ha realizado la autora entonces ya es cuando te quedas sin palabras. Para hacer las ilustraciones de las más de 700 páginas que conforman los dos volúmenes, la autora se ha servido de una única herramienta: el boli Bic. Todos los dibujos están conformados por infinitas líneas para dar forma a las imágenes que llenan las páginas. La autora comentó que cada una de esas páginas le llevó dos jornadas de trabajo de 16 horas cada una. Os aseguro que el resultado es increíble.
Por todo esto que os he contado y por mucho más que no voy a detallar para no extenderme hasta el infinito, no puedo más que recomendaros la historia de Karen. Una historia con tintes autobiográficos en la que nos cuenta que esa transición de la niñez a la juventud, siempre trae dolor y sufrimiento, y que debemos aceptarlo como parte de ese viaje fascinante pero muchas veces injusto que es la vida.
Título original: My Favourite Thing is Monsters Book Two
Título: Lo que más me gusta son los monstruos 2
Autora: Emil Ferris
Traductora: Montse Meneses Vilar
Editorial: Reservoir Books
Páginas: 420
Género: novela gráfica
Fecha de publicación: abril 2024

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