El sepulturero y la tierra negra de Oliver Pötzsch ha supuesto una agradable sorpresa. Y es que muchas veces la mejor opción cuando abres un libro es ir sin expectativas, ya que estas, en numerosas ocasiones, no se cumplen y te quedas con una sensación de no haber disfrutado al máximo de una historia.
Por eso cuando ha caído en mis manos esta segunda entrega de la serie «El libro del sepulturero» me he dejado llevar y he disfrutado de una novela policíaca con una muy buena ambientación histórica y unos personajes que me han parecido entrañables.
Quizá dejé pasar la anterior entrega, porque en un principio pensé que me iba a encontrar algo del estilo de 1793 (otro error de todo ser humano, las odiosas comparaciones) al ver algunas opiniones diciendo que no tenían nada que ver, lo dejé pasar, pensando que iba a ser una mala imitación (mea culpa de nuevo, prejuzgar, estoy que me salgo). Pero… Algo he hecho bien, y es dar una oportunidad a esta historia con la que me lo he pasado genial –sí, ahora quiero leer el anterior–.
Vamos al meollo del asunto. En el Museo de Historia del Arte de Viena aparece momificado el profesor Alfons Strössner, un eminente egiptólogo. El encargado del caso es el inspector Leopold von Herzfeldt, que se tendrá que enfrentar, no solo a una complicada investigación, sino a firmes creencias sobre maldiciones y supersticiones varias y a unos compañeros dentro del cuerpo de policía que no se fían de un judío alemán que, además, quiere incorporar métodos científicos a la labor policial.
Lo primero que quiero destacar son los personajes que nos ofrece Pötzsch. Leo un hombre de clase acomodada que persigue su sueño, que no es otro que ser un buen policía. Enamorado de una joven con una vida más que peculiar, Julia, tiene muchos frentes abiertos muy interesantes tanto en el terreno personal como profesional.
Julia, por su parte me ha conquistado, y ella es uno de los motivos por los que quiero leer el anterior libro. Vive en un burdel, tiene una hija sordomuda y trabaja como fotógrafa forense y estoy deseando conocer más detalles sobre su pasado.
Y, por último, el personaje que da título al libro, nuestro querido amigo Augustin Rothmayer, el sepulturero. Un hombre entre siniestro y arisco pero con un corazón de oro que despertará nuestro afecto desde el primer instante en el que aparece en escena.
En cuanto al argumento, es adictivo, enrevesado, con varias subtramas muy bien hiladas que acaban convergiendo y con un ritmo muy bueno. A pesar de que la ambientación está muy cuidada y no nos costará trabajo imaginarnos esa Viena con sus carruajes y sus amplias calles, la información que nos ofrece el autor para enmarcar a la perfección su historia no hace que baje la intensidad en ningún momento y su lectura no se hace farragosa sino todo lo contrario.
Aunque he comentado mis deseos de leer El libro de sepulturero, primera entrega de la serie, no he tenido ningún problema para disfrutar de esta magnífica historia, es más, como se puede apreciar por mis palabras lo he hecho y mucho y no dudo en recomendaros que le deis una oportunidad a esta saga, ya sea en orden o no.
Título original: Das Mädchen und der Totengräber
Título: El sepulturero y la tierra negra
Serie: El libro del sepulturero 2
Autor: Oliver Pötzsch
Traductor: Héctor Piquer Minguijón
Editorial: Planeta
Páginas: 528
Género: thriller histórico
Fecha de publicación: mayo 2023

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