No oigo a los niños jugar – Mónica Rouanet

No oigo a los niños

Tras haber obtenido uno de los primeros puestos de ventas con sus tres anteriores novelas: El camino de las luciérnagas, Donde las calles no tienen nombre y Despiértame cuando acabe septiembre; Mónica Rouanet (Alicante, 1970) regresa de la mano de Roca Editorial con su cuarto libro, No oigo a los niños jugar. Un thriller psicológico o psiquiátrico, una mezcla de ficción y no ficción, que se centra en el dolor de personas que tienen asociados trastornos mentales, pero sobre todo se trata de una denuncia social a la poca empatía que tenemos con ellos.

Lamentablemente, el estigma que rodea a este tipo de patologías está desapareciendo, pero ese no es el caso de todos y por eso sigue habiendo mucho que hacer.

LOS OLVIDADOS

Hace muy poco que la vida de Alma se quebró en mil pedazos cuando en un accidente de tráfico perdió a sus padres y a su hermana. La culpa se ha instalado en su conciencia, la ha obsesionado hasta el punto de buscar refugio en cada nueva herida o corte.

Tiene diecisiete años cuando su abuelo opta por ingresarla en CIMA, un centro psiquiátrico con la intención de encapsular el dolor y la culpa que poco a poco la van consumiendo. La habitación 324, la piscina del centro, sus nuevos compañeros y el doctor Castro serán claves para la recuperación del trastorno que padece.

Un largo trayecto. ¿Logrará Alma salir y ver más allá de la oscuridad en la que está sumida?

TODOS SOMOS IGUALES

Mónica Rouanet nos presenta una novela escrita con una prosa sencilla, con una sucesión de frases breves y capítulos de corta extensión que hacen dinámica su lectura. Está desarrollada en dos espacios temporales: el presente narrado en segunda persona y el pasado en primera. Los hechos que se cuentan son convincentes, dañados, entrañables y misteriosos. Conocemos lo que pasa desde la voz de los adolescentes con patologías diferentes, sin duda, muy interesante.

La clínica psiquiátrica se convierte en el único escenario en el que se respira un clima tétrico. La descripción minuciosa que nos hace la autora alicantina y la angustia que se percibe en cada página son fundamentales para que nos sumerjamos en su trama.

Volviendo al origen de este antiguo edificio, os puedo decir que en los años setenta tuvo lugar su apertura. Su funcionamiento se basaba, en buena medida, en su estructura interna, es decir, en el régimen de asistencia, alojamiento y enseñanza de los alumnos. Habían dos categorías de alumnado, sordomudos y huérfanos con distinta situación económica y social.

La labor realizada por los trabajadores de ese centro merece el reconocimiento de todos que entregaron su amor, vocación y dedicación diaria a ayudar a aquellos niños a ser lo más autónomos y felices posible en un mundo poco adaptado a la diversidad.

Sus puertas se cerraron durante diez años y actualmente se ha convertido en una institución que asume temporalmente el cuidado de menores que carecen de un entorno que pueda satisfacer sus necesidades biológicas, afectivas y sociales cuyo principal objetivo es lograr que recuperen un entorno familiar adecuado.

No oigo a los niños jugar es un libro intenso y exquisito con una narración clara y conmovedora que no puedes perderte.

Mayte Expósito

Título: No oigo a los niños jugar
Autora: Mónica Rouanet
Editorial: Roca Editorial
Páginas: 218
Género: thriller
Fecha de publicación: abril 2021

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