Cuando vives en una ciudad pequeña como la mía y casi olvidada por todos, te hace especial ilusión ver que se publiquen libros que hablen de ella, de Zamora o que estén escritos por autores de aquí, y cuando esto sucede no puedo por menos de lanzarme a por ellos. Darío no quiere estar muerto de Beatriz Cepeda cumple no uno sino los dos requisitos, así que no podía por menos de incluirlo entre mis lecturas.
Beatriz mezcla un poco de todo en esta novela: humor, tristeza, recupera una parte del pasado bastante olvidada por todos, un toque paranormal… El resultado es una lectura fresca, original y muy entretenida.
Darío está en la flor de la vida y tiene todo lo que un joven de 18 años desea: un grupo de amigos con los que hacer planes, una novia, una hermana con quien pelear y unos padres, con sus defectos, pero bastante majos. Por eso cuando toda la familia sufre un accidente de tráfico y los cuatro miembros de la familia fallecen, Darío no puede más que rechazar su muerte e intentar a toda costa volver a la vida.
Tenemos un narrador omnisciente con mucho sentido del humor y bastante irónico que nos irá guiando por esta historia que nos habla de la muerte y de la vida. De los problemas cruciales y cómo enfrentarse a ellos. Beatriz toca temas como el bullying y la baja autoestima sin abandonar ese toque alegre y desenfadado que hace que estos temas nos lleguen mejor, pero sin restarles la importancia que tienen.
Es imposible no coger cariño a Darío, aunque a veces te apetezca darle alguna que otra colleja, sobre todo al inicio de la historia. Porque Darío sufre una transformación, la suya es una historia de transición, de aprendizaje, de pasar de pensar que todo gira a su alrededor a aceptar que no, que él solo es una minúscula parte de este mundo.
La parte de la historia que Beatriz rescata del olvido, la tragedia de Ribadelago, una historia que aún sigue levantando ampollas en mi provincia por el maltrato que sufrió la zona, por el abandono, por la falta de soluciones y previsiones que provocaron que la presa se rompiera y se llevara por delante un pueblo entero y decenas de vidas. Ese hecho histórico, que solo conocemos los de por aquí, está muy presente en el cuarto libro de Cepeda, un homenaje a esas personas que fallecieron y lo mal que lo pasaron los que quedaron con vida por el abandono que sufrieron por parte de las instituciones públicas.
Pero también es un paseo por Sanabria, es asomarse al lago y sentirte abrumado por el color oscuro de esa agua. Uno de los parajes más bellos de nuestro país que se encuentra en esta zona tantas veces olvidada.
Al igual que hace Beatriz, vamos a dejar el tono triste y melancólico porque ante todo Darío no quiere estar muerto es una comedia, es una historia divertida, aunque nos hable de cosas muy serias y el tono desenfadado es la característica predominante en el texto.
Tampoco podemos olvidar que hay una parte de romance, una relación completamente diferente que nos muestra que salirse de lo normal no es malo y puede funcionar. Porque uno de los mensajes que nos transmite la autora es la del respeto a lo diferente, la idea que salirte de la norma sea algo por lo que no debas ser señalado.
El tono humorístico le sirve a Beatriz para poner sobre la mesa muchos temas muy serios y de gran actualidad, quitándoles hierro que no importancia.
Fantasmas, risas, amor, recuerdos, reivindicaciones… ¿Se puede pedir más?
Título: Darío no quiere estar muerto
Autora: Beatriz Cepeda
Editorial: Plaza & Janés
Páginas: 264
Género: narrativa
Fecha de publicación: junio 2024
