En ocasiones, al terminar el libro, necesito un periodo de asimilación antes de poder sentarme y expersar mis sensaciones. Sin embargo, me ha ocurrido todo lo contrario con La culpa, de María Solar (Santiago de Compostela, 1970). Ha sido cerrarlo y se ha apoderado de mí una imperiosa necesidad de soltar todo lo que me ha provocado esta lectura.
Y aquí estoy, dispuesta a intentarlo, porque no garantizo que lo consiga. Comencemos por el principio y por un breve resumen de la sinopsis. Amanda es una empleada de una pequeña sucursal bancaria. Cada seis meses, puntual como un reloj, aparece la señora Gondar, una viejecilla maloliente para revisar sus cuentas, cosa innecesaria ya que lleva un control casi enfermizo. Amanda lleva poco tiempo en la oficina y en esta ocasión, es ella quien atiende a la anciana. Cuál es su sorpresa que pocas semanas después, esta fallece y le deja toda su herencia a Amanda.
En compañía de Enric, su vecino periodista y amante ocasional, trata de descubrir por qué esta señora le ha legado todo sin apenas conocerla. Aquí comienza un viaje, tanto literal como emocional, que le cambiará la vida por completo.
La novela está compuesta de tres partes, teniendo la primera y la tercera a Amanda como protagonista y la segunda a la señora Mirta Gondar, con un estilo completamente diferente entre ambas. Las secciones de la joven vienen enfocadas desde un narrador omnisciente, que conoce los pensamientos e inquietudes de los actores que aparecen en escena pero siempre desde cierta distancia, compartiendo al mismo tiempo con el lector los descubrimientos que van logrando Enric y Amanda. Sin embargo, el contraste con la segunda parte, a modo de diario, es colosal; tanto que al principio me descolocó y no sabía muy bien por dónde iban los tiros.
Y me detengo unos momentos en este diario. Si tuviese que describirlo en una palabra, esta sería “desgarrador”. Con cada página que pasaba sentía que un pedacito de mí se rompía. Como todo diario, nos cuenta la vida de alguien en primera persona, una vida que no fue nada fácil y que como el título del libro sugiere, le perseguía la culpa.
Porque sí, la culpa hace su aparición en este relato como si fuese un personaje más, acechando en las sombras y condicionando las acciones de más de uno. A veces la vemos en un segundo plano y otras toma el control, pero siempre presente.
El ritmo de La culpa va de menos a más. Al principio me intrigó todo el tema de la herencia, tanto que incluso me impliqué a la hora de descubrir los motivos que le llevaron a la viejecilla a dejarle todo a Amanda. La llegada del diario me supuso un cambio de tercio tan drástico que casi me saca de la lectura, pero mi cuiriosidad fue en aumento conforme nos iba narrando su vida. Y en la recta final volvemos al modo detectivesco, hasta llegar al desenlace que me arrancó un oh my god en toda regla, ya que no lo vi venir, a pesar de que había datos que no encajaban totalmente hasta que se descubre el giro final.
La novela está escrita originalmente en gallego y ha sido galardonada con el premio Xerais de novela en 2022, un premio enfocado a la literatura gallega y que se otorga desde 1984.
Título original: A culpa
Título: La culpa
Autora: María Solar
Traductora: Susana G. Ducrós
Editorial: Contraluz Editorial
Páginas: 360
Género: narrativa
Fecha de publicación: marzo 2023